Con un suculento ajiaco terminó la caminata programada para el nueve de abril al Páramo del Verjón, al Oriente de la Ciudad de Bogotá. Con la intención de fomentar el cuidado del medio ambiente y generar conciencia sobre la importancia que, para los recursos hídricos de las ciudades colombianas tiene los páramos, los empleados de GRANDELCA BOGOTA, programamos una salida a este ecosistema.
Temprano en la mañana salimos rumbo al parque Matarredonda. Tras superar los acostumbrados trancones capitalinos, emprendimos la subida a la cuesta que rodea el cerro de Guadalupe, hasta una altura de 3.300 metros. Una humeante agua de panela con queso nos esperaba para brindarnos algunas calorías extra, necesarias para la caminata que nos llevaría a una cascada en las inmediaciones del parque.
Tras una charla por parte de los administradores del parque sobre la importancia de los páramos para la vida, armados de maní con pasas y bolsas de agua, y bien abrigados para soportar el viento, la lluvia y el frío, emprendimos la caminata. En la marcha, a pesar de que el guía perdió el sendero, finalmente, gracias al trabajo en equipo, pudimos orientarnos y llegar sin inconvenientes a la cascada, donde algunos se dieron un bautizo de agua fría.
Mojados pero contentos emprendimos el regreso para culminar la jornada con un ajiaco cuyo aroma a leña impregnó el paladar tras la extenuante jornada. La experiencia sirvió para generar un espacio alternativo al espacio laboral, que en el marco del ecosistema paramuno, consolidó una vivencia de convivencia que traída al entorno cotidiano de trabajo, servirá para crear un ambiente más cordial y solidario. Al mismo tiempo, sirvió para generar un espacio de educación ambiental, resaltando la importancia del medio ambiente en general y los páramos en particular, junto a la necesidad de la actividad física como motor de una mente sana.
